Los primeros años de la vida constituyen la fase más dinámica en el proceso de crecimiento y éste resulta extremadamente vulnerable a las diferentes condiciones. Los déficits o excesos en el estado nutricional infantil están asociados a múltiples factores del ambiente en el que el niño vive desde su concepción.
Durante este “período crítico”, gracias a las características del desarrollo cerebral, podemos intervenir positivamente: a nivel nutricional; a nivel familiar, fortaleciendo vínculos y lazos; y a nivel del desarrollo, estimulando al niño a nivel psico-afectivo y motor. De esta forma es posible revertir el daño; pero pasado este período pueden quedar secuelas permanentes que dificultan la adaptación a la sociedad, la habilidad emocional y el aprendizaje.
Las capacidades que puede alcanzar un individuo dependen tanto de factores genéticos como ambientales. Es durante los primeros años de vida cuando las experiencias dejan huellas profundas, ya sean positivas o negativas. En condiciones de pobreza crónica, propias del subdesarrollo, gran parte de las personas se ven limitados en la expresión de sus potencialidades genéticas, tanto físicas como intelectuales. No solo el individuo sufre estas circunstancias, sino también la sociedad, que se ve limitada en sus posibilidades de progreso y desarrollo.
El modelo de Fundación CONIN se basa en el abordaje integral de la problemática social que da origen a la extrema pobreza y su consecuencia directa: la Desnutrición. La eficacia del Método CONIN para la prevención y tratamiento de la Desnutrición, radica en el accionar sobre las causas, ya que actúa más allá de los parches asistenciales que sólo atienden la urgencia.
Todos los programas que desarrolla la metodología CONIN están dirigidos a realizar acompañamiento del grupo familiar a través de la asistencia y educación. Así, se pretende fortalecer factores protectores y buscar estrategias para minimizar o erradicar los factores de riesgo que se visualizan en el grupo familiar del niño.
Una vez que la madre y sus hijos son incorporados al programa, los niños son atendidos semanalmente por nutricionistas, pediatras, psicopedagogas, estimuladoras, psicomotricistas y asistente social, que realizan un seguimiento exhaustivo de cada uno.
Por otro lado, sus madres son guiadas y asesoradas en diversos talleres y actividades con el único fin de capacitarlas y ayudarlas a crecer y sostener el crecimiento de sus hijos, y al mismo tiempo elevar sus expectativas culturales y sociales.
Los niños que comienzan el tratamiento, en su mayoría, logran iniciar la recuperación nutricional y mejorar su desarrollo psicomotriz, modificando sus hábitos alimentarios y la comprensión. Es fundamental el compromiso materno con el tratamiento del niño, con la contención y el acompañamiento de la familia y la comunidad.
En nuestro Centro se atiende los días martes, miércoles y jueves de 8:30 a 13 hs